De 2015 a 2018, Arkansas comenzó a mostrar ligeras mejoras en el rendimiento de lectura y matemáticas como estado. Sin embargo, las interrupciones de la pandemia COVID detuvieron y borraron ese progreso.
En general, antes de COVID, los resultados académicos de los estudiantes estaban muy rezagados, con brechas de rendimiento que persistían para ciertos grupos de estudiantes y ciertas regiones del estado.
Los índices de competencia en las evaluaciones estatales fueron significativamente inferiores para los estudiantes de color, los estudiantes que aprenden inglés, los estudiantes económicamente desfavorecidos y los estudiantes con discapacidades.
Los resultados académicos de los estudiantes empeoraron debido a las interrupciones de COVID.
De 2018-19 a 2020-21, el estado vio un declive uniforme en los índices de competencia de los estudiantes en todos los grupos de estudiantes.
El rendimiento de los estudiantes repuntó en 2021-22, pero no se ha recuperado por completo.
Los datos de ACT Aspire para el año escolar 2021-22 muestran que el rendimiento académico de los estudiantes repuntó ligeramente después de las interrupciones de la pandemia, pero aún no han alcanzado el rendimiento anterior a la pandemia y sigue siendo muy inferior a lo que esperamos en el estado.
Respuesta de Arkansas al COVID
Los grupos de interés reaccionaron positivamente con respecto a la rápida respuesta del estado ante la pandemia, incluyendo el cambio inicial a la instrucción remota, el rápido regreso a las opciones presenciales para los estudiantes, y el enorme compromiso y perseverancia de los educadores. Durante las interrupciones por la pandemia, las investigaciones demostraron que los estudiantes que participaron de la instrucción en persona en todo el estado obtuvieron mejores resultados en las métricas de rendimiento estudiantil que sus compañeros que permanecieron a distancia o híbridos. Arkansas tuvo la segunda incidencia más alta de aprendizaje en persona en el país durante el año escolar 2020-21, siguiendo de cerca a Wyoming.